Como todxs sabéis, Valencia y toda la sociedad que la conforma se enfrentan en unos meses a, quizá, la mejor oportunidad para poder dar un cambio en el modelo de ciudad. Sí, se aproximan elecciones. En València en Bici creemos que las ciudades deben pertenecer a las personas, y sólo recuperando el espacio público que se nos arrebató, conseguiremos devolver la vida a las ciudades.
Apostar por una ciudad amable para las personas es apostar por una mayor calidad de vida para todxs. Empezando desde lxs más pequeñxs, que viven en el olvido y bajo la amenaza constante del miedo y la imposibilidad de disfrutar de su niñez; y acabando por lxs más mayores y por las personas con movilidad reducida, que se encuentran en una constante lucha por normalizar sus situaciones en un espacio urbano que les expulsa. Hasta que la ciudad no sea apta para estos dos perfiles sociales, no podremos afirmar que la ciudad en la que vivimos sea justa e inclusiva para todxs, en otras palabras no podremos sentir que nuestra ciudad se rige por un urbanismo amable para todas las personas.
Ciudad 30 define eso. Una ciudad amable para todas las personas, que cumple los límites legales de contaminación (del aire y acústica), que crea espacios habitables en sus calles, que convierte zonas de tránsito motorizado en lugares de encuentro común para pasear y estar. En definitiva, que beneficia a la gente y otorga cualidades de convivencia aptas para sentir la ciudad, disfrutar la ciudad, vivir la ciudad. No es un simple número que marca un máximo de velocidad, marca un mínimo de bienestar al que no debemos renunciar.
Desde el colectivo València en Bici estamos muy orgullosxs de haber ayudado a introducir el concepto de Ciudad 30 en el actual panorama político valenciano. A base de reuniones con Coalició Compromís, jornadas de debate sobre movilidad sostenible con Esquerra Unida del País Valenciá y el Partido Socialista del País Valenciá e, incluso, recibiendo en nuestra sede de la Casa Verda a representantes políticos de las anteriormente mencionadas y también de UPyD.
Tener la oportunidad de hacer llegar las experiencias, las opiniones, los conocimientos, miedos e inquietudes de las personas de a pie a los partidos políticos es un privilegio que, desgraciadamente, no está muy a la orden del día. Por ello es que desde el colectivo hemos sentido esta llamada a la responsabilidad poniéndoles sobre la mesa la necesidad del cambio de modelo de ciudad.
Ahora nos queda confiar en el buen hacer de los votantes y, en su caso, de lxs próximxs gobernantes, para que todas estas ideas de cambio y de mejora se puedan implementar en el menor tiempo posible. Sabiendo que la inversión necesaria para convertir Valencia a Ciudad 30 es la alternativa más barata y viable. Apostemos pues por las personas. Por una Valencia, Ciudad 30 amable.
Imágenes obtenidas de este vídeo La Ciudad Amable.