María Seguí ha pasado a mejor vida*. Suponemos que acabará en Mapfre* (el Lobby que la indujo a acabar con la libertad de los ciclistas) La Confederación Nacional de Autoescuelas* (a la que se adjudicaban contratos públicos amañados) o en cualquier otra fundación o entidad relacionada con el lobby del automóvil*.
Gracias a esta señora algunos de nosotros pasamos noches sin dormir porque veíamos peligrar nuestra libertad de conciencia y muchos dedicamos una cantidad de horas inmenso en contra propaganda para parar una ley y un reglamento (que al final se ha quedado en el aire) que perjudican claramente el repunte de la bicicleta en nuestro país. Gracias a ella se ha hablado más que nunca de la bicicleta, aunque sea mal. Ha pasado pues por la administración pública sin obtener grandes resultados de gestión y se va de ella con deshonor a causa de prácticas corruptas. Descansemos en Paz.