“Sin duda es una buena noticia la adhesión de nuestra ciudad a la RED DE CIUDADES QUE CAMINAN, pues pocas ciudades hay en Europa que caminen tanto como Valencia y que además ello ocurra a pesar de los enormes problemas y necesidades en materia de accesibilidad universal. El histórico maltrato a quienes optamos por caminar hace enorme la lista de horrores y errores a eliminar: isletas en las que el peatón se queda a merced de su suerte, semáforos con tiempos insuficientes, penalización con rodeos absurdos de los itinarios peatonales, camiones de reparto en las aceras, presencia constante de barreras arquitectónicas que limitan la libertad de movimiento a miles de personas, túneles y pasarelas imposibles, mares de terrazas con cafeterías que ocupan la mayor parte del vial peatonal, ciclistas que avasallan, presencia de todo tipo de cachibaches en las aceras como contenedores, farolas, papeleras, mupis, barras de aparcamiento de bicicletas, etc. Todo ello sin contar con los acelerones, bocinazos y el acoso permanente que muchos conductores someten a viandantes que, por causas diversas o simplemente por senilidad, cruzan la calle despistados. Nadie merece morir atropellado por un despiste. No podemos seguir aceptando un modelo de ciudad basado en una suerte de abismos e incertidumbre permanente. Negar la “caminabilidad” de la ciudad es negarnos a nosotros mismos. Somos la copenhaguen o la amsterdam de los pies y parece que alguien ya se ha dado cuenta. Ya era hora”
Fotos:
Fernando Mafé